martes, 8 de abril de 2008

Lo unico que me faltaba, era que un chucho me miara.

Martes 08-Abril, 08:45 a.m.


Coyote camina, raudo y veloz, rumbo a su trabajo... Como de costumbre, ya iba tarde y talvez no encontraria camion. Pero, el, en su intento por ahorrarse los $35 pesos del taxi, camino frenetico hasta donde podria ver, si el camion venia o no.


En eso, de la nada, un enorme perro con mirada de lobo (un ojo de un color y otro de otro color), lo acecha limitando su territorio -el cual, absurdamente, abarcaba una cochera-. Coyote, le pone una mirada cautelosa, pero desafiante.


Solo dejame pasar, no quiero quedarme en tu maldita cochera -Pensaba Coyote, mientras caminaba frente al perro sin quitarle la mirada-.


En eso, Coyote comienza a caminar decidido a seguir su camino, cuando de la nada, un pinche mini perro -de esos que parecen cucarachas, en vez de perros- sale de dentro de la casa y me empieza a ladrar, envalentonado porque ahi estaba el otro perro. Yo empece a rodearlo, sin quitarle un ojo al otro perro.

Claramente pude apreciar cuando el perro se avalanzaba sobre mi pierna. Pero mi agilidad de oso sin pandero, pudo salvarme, ya que di un breve brinco que me salvo de ser mordido. El perro solo alcanzo a agarrar la holgura de la pierna del pantalon.

Sin embargo, al ir en el aire voltee al frente y pude apreciar lo inevitable: Un taxi venia hacia mi -o yo iba hacia el, mas bien- y asi que el individuo que conducia freno, y yo cai en su cofre, mientras el perro halaba de mi pantalon.

No se si fue la cercania del carro o que el perro sabia que se habia metido en un pedo grande, que de repente, me solto. Yo me baje del cofre y el taxista observo su cofre. No le paso nada, asi que todos seguimos nuestros caminos.

Miercoles 09-Abril, 08:42 a.m.

El perro, esta vez no estaba. Pero se que un dia su dueño se tiene que descuidar... Y ese dia, cobrare mi venganza.

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